DeletedUser
Guest
Buenas. 
Seguramente ustedes ocupan los objetos de su paladín a diario para enfrentarse en fuertes batallas, muchas veces van alternando entre armas y incluso menosprecian a algunas, pero alguna vez se preguntaron la historia de esas armas, ¿cómo surgieron? ¿qué tan importantes fueron? ¿Quién fue el primer guerrero en utilizarlas?
Yo les contaré la historia de estas armas, la historia Oficial de TW, una a una os las iré contando, comenzando por la primera....La Alabarda SuizaSspear::
Seguramente ustedes ocupan los objetos de su paladín a diario para enfrentarse en fuertes batallas, muchas veces van alternando entre armas y incluso menosprecian a algunas, pero alguna vez se preguntaron la historia de esas armas, ¿cómo surgieron? ¿qué tan importantes fueron? ¿Quién fue el primer guerrero en utilizarlas?
Yo les contaré la historia de estas armas, la historia Oficial de TW, una a una os las iré contando, comenzando por la primera....La Alabarda SuizaSspear::
1037 a.c Suiza.
El nuevo gobierno se encontraba en una crisis. El pueblo exigía una monarquía justa, después de 5 meses de la tiranía de Joerg II querían su libertad de nuevo.
Las tropas reales del rey Joerg II, Príncipe de Lichtenstein, estaban de pie afuera de los muros de Zurich, porque querían el poder del rey. Ya habían conquistado dos terceras partes de los Alpes, pequeño país, la mayoría de la población se vio obligado a vivir de nuevo en el área alrededor de Zúrich y no sabía cómo podía detener a sus enemigos. Las tropas reales fueron claramente superiores a las de la población, tanto en número como en equipo.
Zurich llevaba 3 días y 3 noches rodeado por sus enemigos, los suministros se estaban agotando y no se esperaba un cambio en su situación. No tenían exito para conseguir tropas para el rey o alguna ayuda. Hasta ahora..... El líder valiente de los ciudadanos del Ejército, Guillermo IX, sabía la única manera de salir: Tenían que ayudarse a sí mismos. Y él, junto con los jefes de las diferentes tribus discutieron que debían hacer. Luego vino la gran idea: ¡Se necesitaba un túnel! Se tardó más de tres semanas para que el túnel fue terminado. En estas tres semanas, otros cuatro mensajeros del ejército de ciudadanos fueron capturados y ejecutados por las tropas del rey ante las puertas de Zurich. Las tropas reales no habían notado nada de la construcción del túnel.
Guillermo IX y los diez hombres más valientes de las diez tribus se disponían a marcharse. La despedida fue muy dura, porque nadie sabía lo que iba a suceder. Luego llegó el momento. Los once valientes guerreros entraron en el túnel y se trasladaron suavemente en dirección a la libertad. Cuando salieron del túnel, dieron señales de humo en dirección a Zurich. Ellos sabían que las tropas reales se darían cuenta, así que encendieron un fuego y simplemente huyeron hacia el oeste a donde sus aliados, los de Aquitania y el Segesta. El resto de los pobladores destruyeron el túnel en Zurich cuando vieron las señales de humo. Habían 1.000 hombres del ejército enemigo en el túnel al momento de ser destruido. Los pobladores sobrevivieron a la destrucción, no teniendo la misma suerte las tropas del rey enemigo.
Mientras tanto, los once guerreros valientes en el campo de Segesta. Allí, en ese momento eran los de Aquitania para deliberar sobre lo que está pasando en Suiza. Estaban muy sorprendidos cuando vieron a los once soldados muertos de hambre y agotamiento. Por supuesto, los líderes de ambas naciones prometieron ayudarles, porque sospechaban que Joerg II después de la conquista de Zurich, sería un peligro e intentaría más conquistas. Así que los arqueros y jinetes famosos de Segestane y Aquitania se unieron junto con los once guerreros valientes y comenzaron su viaje con dirección a Zurich. Sin embargo, no iban a regresar a su casa sin armas. Aquitania era bien conocido por su herrería, forjaron once lanzas especiales que luego serían las lanzas más famosas en la historia de suiza.
Cuando llegaron a las cercanías de Zurich, que no iba a creer lo que veían. Las tropas reales enemigas atacaban a las paredes de Zurich con las armas de asedio. Los pobladores habían encendido una hoguera, lo que para el ejército federal civil en Zurich era la señal de ataque. El terror se apoderó de las tropas reales ya que estaban rodeados. Finalmente, las paredes de Zurich fueron destruidas.
Hubo una gran batalla, la que ganaron las tropas federales, Segesta y Aquitania. El rey fue derrotado y fue sustituido por Guillermo IX.
Se celebró durante dos semanas ya que el gobierno de Suiza no pudo ser derrocado.
Las diez tribus fueron devueltos a sus tierras, y cada uno estaba bajo la supervisión de un guerrero. Guillermo IX. se convirtió en el rey de la Suiza y convirtió a Zurich en su capital. La alabarda federal del rey Guillermo IX se vio en los brazos de su nueva familia. Desde entonces, esta gran lanza ocupada por el hombre más valiente, se convirtió en un signo de libertad para todos los pobladores de Suiza.
Las tropas reales del rey Joerg II, Príncipe de Lichtenstein, estaban de pie afuera de los muros de Zurich, porque querían el poder del rey. Ya habían conquistado dos terceras partes de los Alpes, pequeño país, la mayoría de la población se vio obligado a vivir de nuevo en el área alrededor de Zúrich y no sabía cómo podía detener a sus enemigos. Las tropas reales fueron claramente superiores a las de la población, tanto en número como en equipo.
Zurich llevaba 3 días y 3 noches rodeado por sus enemigos, los suministros se estaban agotando y no se esperaba un cambio en su situación. No tenían exito para conseguir tropas para el rey o alguna ayuda. Hasta ahora..... El líder valiente de los ciudadanos del Ejército, Guillermo IX, sabía la única manera de salir: Tenían que ayudarse a sí mismos. Y él, junto con los jefes de las diferentes tribus discutieron que debían hacer. Luego vino la gran idea: ¡Se necesitaba un túnel! Se tardó más de tres semanas para que el túnel fue terminado. En estas tres semanas, otros cuatro mensajeros del ejército de ciudadanos fueron capturados y ejecutados por las tropas del rey ante las puertas de Zurich. Las tropas reales no habían notado nada de la construcción del túnel.
Guillermo IX y los diez hombres más valientes de las diez tribus se disponían a marcharse. La despedida fue muy dura, porque nadie sabía lo que iba a suceder. Luego llegó el momento. Los once valientes guerreros entraron en el túnel y se trasladaron suavemente en dirección a la libertad. Cuando salieron del túnel, dieron señales de humo en dirección a Zurich. Ellos sabían que las tropas reales se darían cuenta, así que encendieron un fuego y simplemente huyeron hacia el oeste a donde sus aliados, los de Aquitania y el Segesta. El resto de los pobladores destruyeron el túnel en Zurich cuando vieron las señales de humo. Habían 1.000 hombres del ejército enemigo en el túnel al momento de ser destruido. Los pobladores sobrevivieron a la destrucción, no teniendo la misma suerte las tropas del rey enemigo.
Mientras tanto, los once guerreros valientes en el campo de Segesta. Allí, en ese momento eran los de Aquitania para deliberar sobre lo que está pasando en Suiza. Estaban muy sorprendidos cuando vieron a los once soldados muertos de hambre y agotamiento. Por supuesto, los líderes de ambas naciones prometieron ayudarles, porque sospechaban que Joerg II después de la conquista de Zurich, sería un peligro e intentaría más conquistas. Así que los arqueros y jinetes famosos de Segestane y Aquitania se unieron junto con los once guerreros valientes y comenzaron su viaje con dirección a Zurich. Sin embargo, no iban a regresar a su casa sin armas. Aquitania era bien conocido por su herrería, forjaron once lanzas especiales que luego serían las lanzas más famosas en la historia de suiza.
Cuando llegaron a las cercanías de Zurich, que no iba a creer lo que veían. Las tropas reales enemigas atacaban a las paredes de Zurich con las armas de asedio. Los pobladores habían encendido una hoguera, lo que para el ejército federal civil en Zurich era la señal de ataque. El terror se apoderó de las tropas reales ya que estaban rodeados. Finalmente, las paredes de Zurich fueron destruidas.
Hubo una gran batalla, la que ganaron las tropas federales, Segesta y Aquitania. El rey fue derrotado y fue sustituido por Guillermo IX.
Se celebró durante dos semanas ya que el gobierno de Suiza no pudo ser derrocado.
Las diez tribus fueron devueltos a sus tierras, y cada uno estaba bajo la supervisión de un guerrero. Guillermo IX. se convirtió en el rey de la Suiza y convirtió a Zurich en su capital. La alabarda federal del rey Guillermo IX se vio en los brazos de su nueva familia. Desde entonces, esta gran lanza ocupada por el hombre más valiente, se convirtió en un signo de libertad para todos los pobladores de Suiza.
Espero que les haya gustado, porque a mí si me gustó
Pronto tendremos otra interesante historia
PD: Disculpen si algunas partes no se entienden, hice lo mejor posible, google no traduce bien
Última edición por un moderador: