Interesante leer a Anianga después de tanto tiempo, mezclando conclusiones acerca del juego con análisis humanístico y filosofía.
Voy a aportar mi grano de arena a la confusión general:
Creo que el juego ha ido evolucionando, para bien o para mal y la empresa que mantiene el servidor lo ha ido adaptando a lo que creyó las necesidades de la comunidad que participa, equivocado o no, es muy difícil sobrevivir en estos tiempos ante tanta oferta y siempre va a haber gente conforme y otra que no.
Pienso que hay que adaptarse a las reglas del juego y ver que se hace con ellas, a mi el juego me gusta, acepto las reglas y como siempre digo, lo que más me importa es la camaradería, el compañerismo y la interacción con otros, cosa que no siempre se logra, pero en cada mundo hay una nueva oportunidad.
Cuanto tiene que durar un mundo es lo de menos, una partida de poker dura una noche y con eso resulta suficiente.
Respecto a las ilegalidades, eso a mi parecer es inaceptable, y en la medida que el juego se haga permeable a ello es probable que decaiga la participación.
Por lo demás entendamos que la mayoría de los jugadores duran lo que un pedo en una canasta y ya están pensando en la siguiente oportunidad en un mundo que se abre, el resto, los que van quedando la tienen que seguir peleando para lograr algo, durar 6 meses yo creo que es más que suficiente.
¿Qué sentido tiene que dure más si cuando ya se sabe que no tenemos oportunidad, se pierde el interés, y la gente abandona o se desanima?
En una tribu que medianamente funciona, al principio hay organización, entusiasmo, ganas de trabajar, gente que pone el hombro.
Luego empieza el desgaste y el cansancio, muchas tribus se disuelven, se baraja y da de nuevo en la mayoría, hay fusiones, alianzas, acuerdos y mientras tanto dos o tres tribus van sacando ventaja y se acercan raudamente a la recta final sin demasiada resistencia.
Cuando finalmente una tribu se destaca y saca suficiente ventaja, el resto, al darse cuenta de que no llegan pierde interés, cunde el caos y el desánimo y finalmente el último mes suele ser un trámite para llegar a cumplir los objetivos.
Entonces yo pregunto: ¿Para que queremos que un mundo dure mucho más?