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¡La tribu está en guerra contra Clud de los fumadores!
Título de la guerra: Danos vicio morena
Declaración:
En un autobús repleto de viejecitos, en una gira especial a Lourdes para
gente de tercera edad, una viejecita le toca el hombro al chofer y le brinda
un buen puñado de cacahuates (maní) sin cáscara.
El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
Cinco minutos después, la abuelita repite, el chofer vuelve a agradecerle el
gesto y se come los cacahuates.
Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.
El chofer ya no puede comer más y le pregunta:
- Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuates, pero
¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían
también unos pocos?
- ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticarlos y sólo
chupamos el chocolate que los recubre!
El niño a su papá:
¡Papá, papá, vinieron a preguntar si aquí vendían un burro!
¿Y qué les dijiste, hijo?
Que no estabas.
Después de una pelea el marido le dijo a la mujer: "Sabes, fui un estúpido cuando me casé contigo".
Ella le contestó: "Sí querido, pero yo estaba enamorada y no lo noté"
Una mujer puso un aviso clasificado que decía: "Busco marido". Al día siguiente recibió cientos de cartas que decían: "¡Te puedes quedar con el mío!"
Un hombre llega al doctor y le dice:
Doctor, tengo un problema muy grave, me tiro pedos que no huelen.
A ver, tírese uno, responde el doctor.
Se lo tira y dice el doctor:
Es grave, ¡Hay que operarle cuanto antes de la nariz!
Esta era una vez un padrecito que estaba dando un sermón en una cabaña, en eso un comienza a temblar, el padrecito dice:
El ave María.
La gente comienza a rezar, ave María Purísima, el terremoto sigue, entonces el padrecito dice:
El rosario.
Entonces la gente comienza otra vez a rezar, pero en eso mira hacia arriba y ve que unas tablas se van a derrumbar, y dice:
Las tablas.
Y la gente dice:
Uno por uno, uno, uno por dos, dos...
Título de la guerra: Danos vicio morena
Declaración:
En un autobús repleto de viejecitos, en una gira especial a Lourdes para
gente de tercera edad, una viejecita le toca el hombro al chofer y le brinda
un buen puñado de cacahuates (maní) sin cáscara.
El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
Cinco minutos después, la abuelita repite, el chofer vuelve a agradecerle el
gesto y se come los cacahuates.
Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.
El chofer ya no puede comer más y le pregunta:
- Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuates, pero
¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían
también unos pocos?
- ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticarlos y sólo
chupamos el chocolate que los recubre!
El niño a su papá:
¡Papá, papá, vinieron a preguntar si aquí vendían un burro!
¿Y qué les dijiste, hijo?
Que no estabas.
Después de una pelea el marido le dijo a la mujer: "Sabes, fui un estúpido cuando me casé contigo".
Ella le contestó: "Sí querido, pero yo estaba enamorada y no lo noté"
Una mujer puso un aviso clasificado que decía: "Busco marido". Al día siguiente recibió cientos de cartas que decían: "¡Te puedes quedar con el mío!"
Un hombre llega al doctor y le dice:
Doctor, tengo un problema muy grave, me tiro pedos que no huelen.
A ver, tírese uno, responde el doctor.
Se lo tira y dice el doctor:
Es grave, ¡Hay que operarle cuanto antes de la nariz!
Esta era una vez un padrecito que estaba dando un sermón en una cabaña, en eso un comienza a temblar, el padrecito dice:
El ave María.
La gente comienza a rezar, ave María Purísima, el terremoto sigue, entonces el padrecito dice:
El rosario.
Entonces la gente comienza otra vez a rezar, pero en eso mira hacia arriba y ve que unas tablas se van a derrumbar, y dice:
Las tablas.
Y la gente dice:
Uno por uno, uno, uno por dos, dos...