Nippur*
Soldado con Espada
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- 214
Poco tiempo había pasado desde las memorables batallas del cambio de año en el reino de RaulEH*, apenas se había acallado el tronar de las armas cuando nuevamente emisarios de lugares distantes se presentaron a su rey anunciando que el enemigo estaba moviendo tropas.
- Mi señor, han llegado noticias desde todos los rincones del reino de que otra vez el enemigo está avanzando sobre nuestras ciudades.
- ¿Concretamente que información tienen para darme?
Aún no lo hemos confirmado señor, pero algunos reportes indican que desde el reino de Pepeadrian se han movido ejércitos a la mayor parte de nuestras ciudades.
- ¿Pero ese reino tiene tanto poder de ataque como para golpear en la mayoría de nuestras ciudades?
- No señor, es evidente que la mayoría son falsas alarmas, hay bastiones donde es imposible que una acción bélica produzca resultados exitosos, pero no tenemos modo de saberlo con certeza la verosimilitud de tales informes hasta que se concreten.
- De acuerdo. Tomen todos los recaudos que sean necesarios pero sin exagerar, no quiero sorpresas desde ese reino pero tampoco movimientos de tropas innecesarios.
- No las habrá señor, pondremos nuestro empeño en ello. Pero hay otras novedades más inquietantes aún. Desde el reino de Montana40 nuestros exploradores nos han traído noticias de numerosos ejércitos que han partido hacia zonas que si bien no son de frontera propiamente dicha, son de alto riesgo ya que es en la periferia de nuestro núcleo de ciudades. Concretamente en el territorio denominado C52.
- ¿Podemos hacerle frente?
- Podemos señor, pero los informes son por cierto preocupantes. Las noticias hablan de cientos de ejércitos. No se podrá comparar con la ofensiva anterior, pero si nos descuidamos solo un poco corremos el riesgo de perder algunas ciudades.
- Pues pónganse a trabajar, no quiero que se pierda una sola ciudad. Cuando el último soldado enemigo haya caído o regresado, deberán presentarse nuevamente para informarme del resultado de vuestro trabajo. Mientras tanto no quiero un solo soldado ocioso en esta contienda.
- Así será señor. No solo trabajaremos para que eso suceda sino que nos esforzaremos por aplicar todo lo que hemos aprendido de nuestros enemigos en la batalla anterior. Como siempre, pelearemos hasta el final por cada una de nuestras ciudades.
Dicho esto, los emisarios se retiraron.
Mientras tanto, en cada ciudad del reino las tropas se alistaban para la gran contienda que se avecinaba.
Pocos días después los emisarios se presentaron nuevamente ante su rey.
- Señor, hasta ahora la gran mayoría de los rumores de ataques desde el reino de Pepeadrian han sido falsas alarmas. Pero desde el reino de Montana40 han llegado numerosos ejércitos en la zona llamada C52 que ya habíamos identificado como altamente probable objetivo de nuestros enemigos. Las batallas se están librando con una crudeza inusitada, sin cuartel ni de parte de ellos, ni respiro de parte nuestra.
- Muy bien. ¿Y qué me pueden decir acerca de esos ejércitos?
- Aparte de ser numerosos señor, tienen la particularidad de traer muchísimos arietes. Ponen un esfuerzo muy grande en atacar nuestras murallas y realmente son muy efectivos en eso. Se debilita su poder ofensivo, pero a cambio demuelen las murallas de cada ciudad que atacan. Al paso que vamos y con la frecuencia con que atacan a cada una de nuestras ciudades en varias de ellas terminaremos peleando cuerpo a cuerpo.
- Veo que se trata de una ofensiva poderosa. Coordinen las defensas. No quiero que se pierda una sola ciudad.
- Así será señor. ¡Va nuestra vida en ello!
Durante tres días consecutivos, los ejércitos invasores no se detuvieron un instante, mientras los defensores no retrocedieron ni un palmo.
- Mi señor, han llegado noticias desde todos los rincones del reino de que otra vez el enemigo está avanzando sobre nuestras ciudades.
- ¿Concretamente que información tienen para darme?
Aún no lo hemos confirmado señor, pero algunos reportes indican que desde el reino de Pepeadrian se han movido ejércitos a la mayor parte de nuestras ciudades.
- ¿Pero ese reino tiene tanto poder de ataque como para golpear en la mayoría de nuestras ciudades?
- No señor, es evidente que la mayoría son falsas alarmas, hay bastiones donde es imposible que una acción bélica produzca resultados exitosos, pero no tenemos modo de saberlo con certeza la verosimilitud de tales informes hasta que se concreten.
- De acuerdo. Tomen todos los recaudos que sean necesarios pero sin exagerar, no quiero sorpresas desde ese reino pero tampoco movimientos de tropas innecesarios.
- No las habrá señor, pondremos nuestro empeño en ello. Pero hay otras novedades más inquietantes aún. Desde el reino de Montana40 nuestros exploradores nos han traído noticias de numerosos ejércitos que han partido hacia zonas que si bien no son de frontera propiamente dicha, son de alto riesgo ya que es en la periferia de nuestro núcleo de ciudades. Concretamente en el territorio denominado C52.
- ¿Podemos hacerle frente?
- Podemos señor, pero los informes son por cierto preocupantes. Las noticias hablan de cientos de ejércitos. No se podrá comparar con la ofensiva anterior, pero si nos descuidamos solo un poco corremos el riesgo de perder algunas ciudades.
- Pues pónganse a trabajar, no quiero que se pierda una sola ciudad. Cuando el último soldado enemigo haya caído o regresado, deberán presentarse nuevamente para informarme del resultado de vuestro trabajo. Mientras tanto no quiero un solo soldado ocioso en esta contienda.
- Así será señor. No solo trabajaremos para que eso suceda sino que nos esforzaremos por aplicar todo lo que hemos aprendido de nuestros enemigos en la batalla anterior. Como siempre, pelearemos hasta el final por cada una de nuestras ciudades.
Dicho esto, los emisarios se retiraron.
Mientras tanto, en cada ciudad del reino las tropas se alistaban para la gran contienda que se avecinaba.
Pocos días después los emisarios se presentaron nuevamente ante su rey.
- Señor, hasta ahora la gran mayoría de los rumores de ataques desde el reino de Pepeadrian han sido falsas alarmas. Pero desde el reino de Montana40 han llegado numerosos ejércitos en la zona llamada C52 que ya habíamos identificado como altamente probable objetivo de nuestros enemigos. Las batallas se están librando con una crudeza inusitada, sin cuartel ni de parte de ellos, ni respiro de parte nuestra.
- Muy bien. ¿Y qué me pueden decir acerca de esos ejércitos?
- Aparte de ser numerosos señor, tienen la particularidad de traer muchísimos arietes. Ponen un esfuerzo muy grande en atacar nuestras murallas y realmente son muy efectivos en eso. Se debilita su poder ofensivo, pero a cambio demuelen las murallas de cada ciudad que atacan. Al paso que vamos y con la frecuencia con que atacan a cada una de nuestras ciudades en varias de ellas terminaremos peleando cuerpo a cuerpo.
- Veo que se trata de una ofensiva poderosa. Coordinen las defensas. No quiero que se pierda una sola ciudad.
- Así será señor. ¡Va nuestra vida en ello!
Durante tres días consecutivos, los ejércitos invasores no se detuvieron un instante, mientras los defensores no retrocedieron ni un palmo.
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